Érase una vez un teléfono escacharrado que según recibía una información la interpretaba y transmitía a su interlocutor con sus propias palabras, este lo transmitía a su manera a la siguiente persona que quería escucharlo y este último a la siguiente, y así sucesivamente. El resultado final era un contenido que pocas veces coincidía con la idea que en un principio quería comunicarse.
Este es un juego que la mayoría conoce y es una buena metáfora para entender cómo funciona nuestro cerebro: recibe información externa, la une con la información interna que ya tiene acumulada de las experiencias vividas y conocimientos de dicha persona y crea una interpretación final de los estímulos obtenidos.
Esta interpretación se convierte en nuestras conclusiones, que valoramos como verdad y que seguiremos transmitiendo.
Analicemos, por tanto, desde su raíz y origen los conceptos de la PNL y de la Neurociencia que tanto se han malinterpretado a lo largo de los últimos años a causa de esta cadena de transmisión “escacharrada”.
“La PNL es una actitud y una metodología que deja tras de sí una estela de técnicas”.
Richard Bandler – Co-creador de la PNL
La PNL es una metodología nacida en los años 70 en EEUU, basada en el análisis de la comunicación, el desarrollo personal y la psicoterapia.
Bandler y Grinder, influenciados por los trabajos sobre cibernética de Bateson, comenzaron a considerar a los seres humanos como un único sistema mente-cuerpo y definieron los patrones de conexión que existen entre la conducta y la experiencia.
La experiencia sería nuestra representación personal (interna) de la realidad que se construye a través del lenguaje. La conducta está condicionada por esa representación personal de la realidad, que es la que activa nuestras respuestas (conscientes o inconscientes).
La PNL no es una ciencia, si bien se apoya en estudios de disciplinas científicas.
Y es que esta metodología, así como algunas otras relacionadas con las terapias conductistas han tenido gran impacto por sus resultados terapéuticos, y en algún momento de la cadena del teléfono escacharrado desembocaría su repercusión en que se hablara de dicha metodología como si fuera una terapia médica, o científica – quizás por la utilización del término: Neurolingüística- sin considerar que este término simplemente se refería a la relación existente entre el lenguaje y la memoria, es decir el procesamiento del lenguaje por nuestras redes neuronales.
Por su parte la palabra NEUROCIENCIA se compone de dos conceptos:
NEURO – Estudio de la comunicación entre las neuronas, es decir el funcionamiento del sistema nervioso (cerebro y médula espinal).
CIENCIA– La ciencia (del latín scientĭa, ‘conocimiento’) Rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos objetivos y verificables sobre una materia determinada que son obtenidos mediante la observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la formulación y verificación de hipótesis, y se caracteriza, además, por la utilización de una metodología adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los conocimientos.
La Neurociencia une las investigaciones de un conjunto de disciplinas que estudian el funcionamiento del cerebro y encauza sus hallazgos en conclusiones contrastadas para dar una explicación final sobre un estudio en concreto. Entre estas disciplinas se encuentran la psicología, la antropología, la sociología, la neurobiología, la neurología e incluso la nanotecnología que está apoyando en el logro de hacer tangible lo intangible en tales estudios.
Ahora tenemos la suerte de estar en una NEUROREVOLUCIÓN de descubrimientos gracias a los avances tecnológicos que nos permiten observar el cerebro a tiempo real, mientras está trabajando. Y este hecho está teniendo y tendrá un impacto impresionante en la sociedad
Desde ANE International tenemos el cometido de llevar estos descubrimientos a todo ciudadano de a pie, a través de profesionales del desarrollo personal y profesional y es importante la unión de profesionales experimentados en las distintas metodologías y técnicas y la comprensión de la efectividad y procesos cerebrales para poder valorar correctamente su interesante impacto en el individuo.
Es aquí donde está la unión, en esta ocasión, entre la PNL por el Instituto Potencial Humano (IPH) y la Neurociencia –por ANE International– con el fin de facilitar las explicaciones, argumentos y fundamentación actual basada en datos científicos que aportan luz en el por qué esta metodología puede resultar tan útil en el tratamiento de algunas fobias, traumas, cambio de patrones de creencias, o incorporación de nuevos comportamientos.
Nuestro cerebro piensa en imágenes y cada palabra tiene una representación visual unida a otras palabras e imágenes relacionadas con dicho concepto. Esto es lo que hace que al mencionar la palabra fuego, por ejemplo, para una persona pueda significar algo purificador y sinónimo de calor en un hogar, mientras que para otra- sin embargo –esté relacionado con la quema en los bosques, peligro o miedo.
Nuestro cerebro aprende por asociación y nosotros podemos modificar esta asociación y la emoción que acompaña a dichos circuitos neuronales.
TODO LO QUE PENSAMOS, DECIMOS O HACEMOS DEPENDE DE LA MANERA EN QUE SE COMUNICAN NUESTRA NEURONAS.
Hace un par de años el eminente Profesor y Doctor especializado en psiquiatría -Gerhard Roth- auguró ya el potencial del coaching y la mentoría en diversos ámbitos, como equivalente en su eficacia a muchas técnicas de la psicoterapia.
En esta ocasión estamos muy felices de presentar el primer programa de PNL avalado por ANE International, que ha sido revisado y enriquecido con estudios científicos, así como reconocido por su eficacia y contenido. Ahora sí, la neurociencia y la PNL se dan la mano para facilitar procesos de transformación en el desarrollo de las personas desde el más alto nivel y actualidad.
La toma de conciencia sobre el funcionamiento de nuestro cerebro y de nuestro potencial mental es el camino hacia una sociedad más sana, exitosa y feliz.
¡Por un nuevo Neuroparadigma!
Con cariño,
Nieves Pérez