Qué gran tema la felicidad, el objetivo de todo ser humano, que a veces puede resultar tan complejo. Ya decía Séneca:
“Todos buscamos la felicidad y una vida plena”
Pero…. ¿Dónde la encontramos?
¿Qué pasaría si te dijera que estás a una decisión de ser feliz y que tu cerebro tiene todos los mecanismos para convertir tu vida, en una experiencia feliz?
Ahora sí, es preciso poner algo de tu parte, y ese es el compromiso, para salir del papel “de víctima del destino” que cree que la felicidad va y viene a su antojo y tener las agallas de convertirte en el protagonista de la felicidad de tu vida. ¿Te animas?
Hoy, los avances de la ciencia descubrieron en qué lugares de nuestro cerebro reside este bien tan preciado…
Uno de los hallazgos más importantes de la neurociencia es que nuestro cerebro está en constante cambio y modificación: y por ende nuestra vida también. Todo lo que hacemos, pensamos y sentimos, literalmente, cambia nuestro cerebro, es decir que podemos entrenar nuestro cerebro como si fuera un músculo, influyendo en nuestros pensamientos, emociones y acciones. Con lo cual, SÍ que podemos entrenar la felicidad. Ahora, ¿cómo hacerlo?
Desde que en el experimento de los años 50 del equipo de James Old, se comprobara con ratones de laboratorio que el placer podía causar tal adicción que pudiesemos llegar a morir de placer, han sido numerosos los estudios no invasivos en humanos que explican dicho fenómeno. Hoy sabemos que lo que Olds descubrió era el sistema de recompensa en el cerebro. Las áreas relacionadas con el circuito dopaminérgico que nos genera la sensación de motivación y nos llena de energía para poder obtener nuestras metas.
En este circuito destacan:
- El ATV- área tegmental ventral: Situado en el mesencéfalo, origen del sistema ya que posee gran cantidad de células dopaminérgicas.
- El núcleo accumbens – Centro de placer: Transmite la sensación de motivación. Recibe información de la amígdala y del hipocampo, activando o inhibiendo la acción motora, desde el núcleo hacia la corteza prefrontal.
- La corteza cerebral: Toma de conciencia del objeto que nos motiva. Lugar desde el que decidimos nuestras metas conscientemente y planificamos el camino que nos lleve a obtenerlas.
Ok, puedes estar pensando: me queda claro que podemos entrenarlo, pero cómo y…eso de ser felices para siempre y comer perdices, ¿es posible?
Importante a destacar aquí es que nuestro cerebro nos va suministrando dopamina desde el momento en que determinamos un objetivo, o se nos presenta una ventaja, hasta el momento de conseguirlo. Cuando lo conseguimos, nos pega un subidón de dopamina y a continuación este desciende, dejándonos una sensación de: ¿Y ahora qué?
Es por ello que muchas personas que han conseguido grandes logros en su vida, a veces, puedan sentirse desmotivados y piensen: “Lo tengo todo y no soy feliz”-.
El investigador del cerebro Prof. Dr. Manfred Spitzer explica este fenómeno de la siguiente manera:
“Nuestro cerebro no está construido para ser constantemente feliz, pero es adicto en la lucha por la felicidad”.
Esto se debe a que nuestro cerebro se acostumbra a un nivel de satisfacción y segregación de dopamina y quiere más. Es una adicción, y esto puede ser peligroso ya que podría llevarnos a caer en consumo de drogas, tomar riesgos demasiado peligrosos, o como en el caso del experimento con ratones a dar a la palanca del placer hasta quedar extenuados y morir. Por esta razón el cerebro naturalmente genera picos y descensos en la segregación de dopamina, para que podamos volver a regularla. Eso sí, teniendo en cuenta que el nivel de segregación de dopamina aumentará según vayamos entrenando y dirigiéndonos hacia nuestras metas, el truco es superarse constantemente, es decir: tener una visión en mente que nos mantenga activos, que nos vaya proporcionando momentos de celebración en el camino y que no cese. En otras palabras: ” Dar un sentido a nuestras vidas.
Como diría A. Einstein: ” Si no le damos sentido a la vida, la vida no tiene sentido”.
Podemos decir entonces que la felicidad finalmente se trata de una construcción en el cerebro humano, que se puede entrenar teniendo como base una actitud de superación personal y sentido de la vida y que por nuestro bien no es un estado que se pueda mantener de manera constante.
Jackie Delger, Neurocolaboradora en ANE International
Escritora del libro: “Catadores de Emociones”.
Si te gustó no te pierdas esta Masterclass gratuita que compartió Nieves Pérez sobre la receta de la felicidad.